La revelación de acuerdos secretos entre
Luxemburgo y 340 multinacionales para reducir el pago de impuestos
colocó al Gran Ducado en el centro de un escándalo mundial y reabrió el
debate sobre los llamados paraísos fiscales.
A principios de noviembre pasado, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su sigla en inglés) dio a conocer que desde 2002 y hasta 2010 el país europeo organizó un sistema de evasión tributaria para favorecer a compañías como Apple, Ikea, Pepsi, Sony, Fiat y American International Group (AIG).
Jean-Claude Juncker fue el ministro de economía cuando crearon las leyes que permitían estas excepciones secretas e injustas en los impuestos. De hecho, Juncker es el pilar principal de su partido político de centro-derecha por su grandísima influencia fuera y dentro.
Según las conclusiones del ICIJ sobre el
caso bautizado como LuxLeaks, la auditora PricewaterhouseCoopers habría
ayudado a las multinacionales a obtener cerca de 548 decisiones
fiscales, a fin de beneficiarlas con estructuras complejas diseñadas
para conseguir reducciones drásticas en los gravámenes.
Compañías norteamericanas con sede en la UE pagaron, en 2011, el
2,2% sobre sus beneficios en Irlanda, el 2,4% en Luxemburgo y el 3,4%
en Holanda, tal y como informó Mediapart. El Gran Ducado se ha convertido, tal y como publicó infoLibre, en el agujero negro de las finanzas mundiales.
Los socialistas y los liberales han reclamado que el Ejecutivo
comunitario comparezca ante el Parlamento para explicar si estos
acuerdos son legales y dar cuenta de las medidas que piensa adoptar para
combatir la evasión fiscal.
El portavoz de Juncker, Margaritis Schinas, se ha mostrado dispuesto a que comparezca la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager,
y no ha descartado que lo haga el propio Juncker.
Por su parte, el PP
europeo ha respaldado a Juncker al sostener que no se trata de una cuestión personal sino de una "cuestión que debe ser abordada por las
autoridades europeas y nacionales competentes".
Juncker ha dejado muy
claro que, bajo su liderazgo, la Comisión acelerará los esfuerzos para combatir la evasión y el fraude fiscal",
ha dicho el portavoz popular, Manfred Weber.
"El PP europeo confía y
apoya plenamente a la Comisión Europea en la investigación en marcha
sobre los regímenes en Luxemburgo y otros Estados miembros", ha
resaltado Weber.
"La Comisión debe venir inmediatamente al Parlamento Europeo
para explicar si estas prácticas se ajustan a la legislación de la UE. Debe quedar claro si el régimen elegido por Luxemburgo es legal o no", ha reclamado por su parte el líder del grupo liberal, Guy Verhofstadt.
"Nos parece inaceptable que los ciudadanos y las pymes tengan que pagar
impuestos elevados en este periodo de crisis, mientras que muchos en el
sector empresarial hacen todo lo que pueden para minimizar sus
impuestos", ha criticado.
Podemos concluir que el hoy presidente de la Comisión Europea (Jean-Claude Juncker) legalizó un paraiso fiscal a Pepsi, Amazon y 340 empresas perjudicando grávemente al resto de paises de Europa.
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